domingo, 1 de junio de 2008

Cuento onirico


Edward Cullen

¿Por qué es tan difícil resistirse?
Es frio y duro como el mármol, su sed nunca acaba, su lucha es eterna.
Nunca duerme, me mira, me observa. Toda su existencia esta sujeta a mi, su pelo color ámbar, sus labios morados, sus ojos cambiantes.
¿Por qué es tan difícil resistirse?
Su aliento dulce inunda mi imaginación. Cierro los ojos y dolorosamente lo toco, lo siento busco su mirada, Me mira triste lejano, algo nos separa…
¡NO PUEDO MÁS!
La angustia inunda mi ser y solo puedo gritar - ¿Qué me hiciste?
Con una sonrisa socarrona se acerca, me abraza y recorre con sus labios desde mi frente hasta mi cuello, sin dejar un hueco sin besar. Sus labios rozan los míos y por un instante su cabeza reposa sobre mi pecho. Yo no reacciono, soy como una muñeca de trapo.
De golpe siento un ardor, crece desde mi cuello hacia mi corazón. Edward me acaba de morder. Su veneno recorre mi cuerpo, en cuestión de minutos mi corazón dejará de latir.
La presión en mi pecho, es demasiado fuerte. Me ahogo
¡TENGO QUE ALEJARME!
Con un golpe sordo cierro el libro, respiro hondo. En la habitación solo la luz de un velador rompe con la oscuridad de la noche. Edward Cullen solo existe en las páginas de Crepúsculo.
Parte de mi ser desea que él me arranque de esta vida y que libere todo lo que está oculto en mi, todo lo que solo la ponzoña del vampiro puede revelar.

1 comentario:

Celia Güichal dijo...

Es necesario revisar y fichar acentuación. El bloque narración está incompleto,
saludos,
Celia